Así lo pone de relieve la entidad, coincidiendo con la conmemoración este lunes del Día Internacional contra la Explotación Sexual y la Trata de Personas, instaurado en el marco de la Conferencia Mundial de la Coalición Contra el Tráfico de Personas, en coordinación con la Conferencia de Mujeres. En este punto, la FCM hace un llamamiento para seguir reforzando la protección de los derechos y libertades de las mujeres y niñas con discapacidad.

 

CERMI Mujeres recuerda que, a principios de este año, la Asamblea General de la ONU aprobó una resolución en la que se condena una vez más la trata de personas, especialmente de mujeres, niñas y niños y resalta en su preámbulo la necesidad de incorporar un enfoque que preste atención al género y a la edad, teniendo en cuenta las necesidades específicas de las mujeres y las niñas con discapacidad en todas las medidas destinadas a combatir la trata de personas.

 

El texto reconoce que todavía queda un largo camino por recorrer en lo concerniente a la prevención, combate, protección y asistencia a las víctimas, por lo que señala que hace falta, entre otras cuestiones, mejorar la recopilación de datos desglosados por distintas características, entre ellas, la discapacidad.

 

Además, la resolución advierte de que la ‘discriminación interrelacional’ puede fomentar por sí misma la trata de personas. En este documento, la Asamblea General exhorta a los Estados a tomar medidas preventivas eficaces para luchar contra la trata de personas y, entre otras cuestiones, urge a los gobiernos a que consoliden las medidas encaminadas a lograr la igualdad de género y empoderar a las mujeres y las niñas.

 

Asimismo, la FCM destaca que El Comité para la Eliminación de la Discriminación Contra la Mujer, en su recomendación general núm. 37 (2018) sobre las dimensiones de género de la reducción del riesgo de desastres en el contexto del cambio climático, explicó que, para las mujeres en los márgenes de la sociedad, incluidas las mujeres con discapacidad, las consecuencias de los desastres y cambios climáticos son desproporcionadas en comparación con los hombres u otras mujeres, enfrentando mayores riesgos, problemas y repercusiones.

 

De manera específica, el Comité de la CEDAW indica que las mujeres y las niñas con discapacidad corren un riesgo especial de sufrir violencia por razón de género y explotación sexual durante los desastres y después de ellos, debido a la discriminación por las limitaciones físicas y las barreras para la comunicación, así como a la falta de acceso a los servicios e instalaciones básicos.